jueves. 28.03.2024

En Sanlúcar la plaza del Pino se vuelve reñidero

El Juli, Talavante y Roca Rey se comportan como gallos de pelea y salen a hombros

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), domingo, 29 de mayo de 2016. Corrida de la Feria de la Mnzanilla. Soleado con algo de viento. Casi lleno.

Toros de Torrealta: pesos entre 497 y 520 kilos. Primero, segundo y sexto, bien presentados; el sobrero, anovillado. El tercero y el sobrero de regalo, aplaudidos en el arrastre; el sexto, premiado con vuelta.

Julián López El Juli: entera trasera algo atravesada y dos descabellos; oreja sin petición mayoritaria. Dos pinchazos y entera trasera; ovación saludada. En el sobrero que regaló, gran estocada; dos orejas.

Alejandro Talavante: casi entera caída y tendida; ovación con petición. Algo más de media estocada que basta; dos orejas.

Andrés Roca Rey: estocada en lo alto con algún vómito y fulminante; dos orejas y rabo. Casi entera en el rincón de Ordóñez con efecto rápido; dos orejas y rabo.

Incidencias: al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el decano de los toreros sanluqueños Limeño, fallecido recientemente. Los tres espadas del cartel salieron a hombros por la puerta grande.

El cartel que se había compuesto para la feria manzanillera era de aúpa, con tres gallos de pelea, tres toreros punteros que a fecha de hoy mandan en el panorama taurino. Ese cartel merece cuidar los detalles y se debe evitar el bochornoso espectáculo de la nube de fotógrafos que molestan al comienzo del paseíllo y se convierten en protagonistas; algunos hasta se van a saludar al presidente.

paseíllo

El Juli, a su primero, castaño y engatillado que metía bien la cara, lo lanceó a pies juntos y, tras una puya mala con buena pelea, lo quitó por chicuelinas; tras unas banderillas de dos buenos primeros pares, inició la faena por bajo en tablas y se fue a los medios para hacer dos tandas en redondo y bajando la mano aplaudidas; con la izquierda, en serie larga, el toro protesta; con la derecha vemos molinetes, mano baja, cercanías y pases largos; de nuevo con la izquierda para ver medio recorrido; otra vez la derecha para recorrido más largo; no se preparó para la espada pero no evitó el salto habitual de salirse de la suerte.

El Juli

En su segundo, algo cornigacho, lanceó en tablas bajando las manos; en varas aprendimos cómo se barrena; en el pareo, Soler se lució con el último; con brindis a El Mangui, el inicio fue por bajo y luego vino una serie también bajando, con la que el animal iba bien, y otra que resultó aplaudida; con la izquierda no había colaboración al principio pero el bicho acabó entrando; volvimos al pitón derecho para una serie de muchos pases de trazo largo, habitual del este torero, aplaudida y para otra en redondo salpimentada de molinetes y pectorales; otra con la izquierda, bajando, y final con la derecha para pases largos, molinillos, abaniqueo y desplantes. Regaló el sobrero (costumbre traída de América que se está afincando y que no me parece justa si no hay motivo); los lances de recibo fueron apludidos; tras una puya suave y aplaudida (?) el quite fue por chicuelinas y media; el público pedía que El Juli tomara las banderillas, como oyen, pero Alvarito Montes estuvo bien; tras brindar al público, se inició por alto y a los medios para dos tandas; con la izquierda se toreó en redondo y volvimos a la derecha con serie larga y después otra igual con muchos molinillos, que le gustan a la gente; hablamos en plural porque parece que allí toreaba todo el mundo.

El Juli 2

Talavante, a su primero, que salió con patas pero punteaba, lo lanceó al paso aunque dobló; tras un feo encuentro con el caballo incluyendo derribo, volvió a doblar las manos; las banderillas fueron buenas, en especial Luján; a lo largo de la faena el toro dobló y flojeó continuamente, lo que se unió a cabecear y no querer humillar; Alejandro hizo varios cambios de manos y pasó del torero de trinchera al toreo en redondo para acabar dominando y rematando con trazos largos y adornos con molinetes; la petición de oreja fue desatendida por el presidente y también por el matador, que debió haber dado una vuelta por respeto al público que sacó los pañuelos.

Talavante

En su segundo, castaño, no vimos gran cosa con el capote pero en el tercio de varas vimos lo mejor de la tarde antes de pasar a banderillas, tras las cuales Trujillo se desmonteró; la faena, ofrecida al público, tuvo un inicio que arrancó por estatuarios y remató por bajo; se pasó rápido a la zurda pero sólo había de uno en uno (cosas de querer arrollar las leyes de la tauromaquia); con la derecha vino una serie de pases más largos aunque con poca colaboración y luego otra mejor, aplaudida y con música mandada a parar; ¡qué gracioso el presidente, se dejó fuera el pañuelo toda la faena!; volvemos a la izquierda y ahora sí hay serie buena, lógico pues el toro ya había aprendido a embestir; hay final con la derecha para toreo en redondo con molinete y el de pecho, antes de las manoletinas finales, muy jaleadas.

Talavante 2

Roca Rey, a su primero, castaño y cornidelantero, lo lanceó bien avanzando hacia el centro;  tras una puya breve y pitada vino el quite por caleserinas rematado con revolera invertida; en banderillas vimos un gran par, que fue el tercero; la faena, brindada al público, se inició con estatuarios que entusiasmaron al público y siguió con serie de mano baja y trazo largo; por la izquierda protestó, cosa que volvió a hacer con la derecha, desarmando; tras un cambio de manos va a mejor; con derecha, de nuevo, vimos circulares muy ajustados y muy aplaudidos antes de cerrar con ayudados por alto, enlazados con giro.

Roca Rey

En su segundo, el recibo de capote fue mixto, con verónicas, delantales, chicuelinas y revolera, muy aplaudidas; vinieron chicuelinas al paso para puya breve a la que siguió un quite por la espalda también muy aplaudido; buenos los tres pares; la faena, brindada a una mujer, se inició bajando la mano y avanzando a la boca de riego; siguió un gran serie en redondo y luego otra con cambio de mano ante un toro que va bien; con la izquierda vimos una tanda de muchos pases bajando la mano rematada con uno de pecho, grande; tras otra serie buena el toro amenaza rajarse, por el esfuerzo; se pasa a la derecha para el toreo en redondo y en un cambio por la espalda cae el animal; una serie de trincheras precedió al toreo de cercanías, espeluznante, y a los circulares, que fueron muy aplaudidos; el final se acompañó con gritos de torero, torero, y palmas por bulerías mientas los trofeos cayeron rápido; la vuelta en el arrastre la considero excesiva porque no fue picado, quiso irse y cayó alguna vez.

segundo toro de Roca Rey premiado en el arrastre

Eran tres gallos de pelea y se comportaron como tales. Ninguno quería dejarse ganar por el otro y los tres vencieron. Los tres salieron vencedores por la puerta grande de la plaza del Pino, en Sanlúcar, ciudad de afición a los gallos, donde el reñidero tiene forma de plaza de toros y donde la plaza se convirtió en un reñidero.

En Sanlúcar la plaza del Pino se vuelve reñidero