En más de una ocasión pareció que la gran artista jerezana más internacional estaba presente gracias al cartel que se vivió en su último día de conciertos.
El sábado noche culminó la XLIX Fiesta de la Bulería en la Alameda Vieja con una gran aceptación por parte del público asistente con "Lola Flores" como gran protagonista de la noche. Fue un público algo escaso en asistencia por las expectativas que se tenían, ya que no llegó ni a los mil espectadores, pero sin embargo se trató de un público bueno y respetuoso. Mateo Soleá comentó en un momento entre cante y cante: "Éste sí que es un público bueno, no el de anoche."
A un año de cumplir su edición número 50, la Fiesta de la Bulería, un evento consolidado a nivel nacional en el panorama del flamenco, renovó su formato pasando de una a tres citas consecutivas, que se celebraron el 1, 2 y 3 de septiembre con la participación de más de 70 artistas. La bulería fue el hilo conductor de tres jornadas con distinta temática: la frescura de las jóvenes promesas en el espectáculo ‘Suena Jerez’, la sabiduría y variedad de las Casas Cantaoras hermanas de Mairena, Lebrija, Utrera y Jerez, y el particular homenaje de la bulería a Lola Flores, la artista jerezana más internacional, a quien Jerez está dedicando un año entero de tributo y recuerdo con una programación abierta y multidisciplinar a la que se van sumando aportaciones.
Durante toda la noche se sucedieron diferentes guiños a la gran faraona. Con diferentes toques de compás, palos flamencos y taconeos recordaron la trayectoria de Lola Flores.
En más de una ocasión pareció que la gran artista jerezana más internacional estaba presente gracias al cartel que se vivió en la noche.
Comenzó la noche con una tanda de bulerías cortas de Jerez, con el cuadro flamenco ‘Arte Añejo’, disfrutando al cante de Diego Varga, Paco Gasolina, Benito Peña, Mateo Solea, Rosario "La Melchora" y el gran Pepe de Joaquina, al baile de Tía Yoya, Tía Currita y Antonio Flores y a la guitarra de El Carbonero y Antonio Jero. Pero fue Pepe de Joaquina quien hizo que el público se metiera de lleno en la fiesta y rompiera el hielo de esta gran noche. Cuplé a Lola con 'Nacer en Jerez' cantado por Diego Vargas, el 'Sí, pero no' que interpretó Pepe de Joaquina y un sinfín de guiños más hizo que el cuadro flamenco recordara a Lola en muchas ocasiones.
A continuación los asistentes pudieron disfrutar de David Lagos y Melchora Ortega, a la guitarra de Juan Requena y Santiago Lara, a la percusión de Perico Navarro y a las palmas de Diego Montoya y Javier Peña. Un verdadero espectáculo por parte de los dos protagonistas principales. En primer lugar salió David Lagos, abrió boca con la caña y con un cante por marianas "que he arreglado de un cantaor de Jerez, el Garrido de Jerez", a compás de tangos, con cuyas letras traían al recuerdo a la gran Lola. Se ganó el público de tal manera que sólo se arrancaba a tocarles las palmas de pie. A pesar de que tuvo que estar bebiendo agua continuamente por el molesto levante, se arrancó por bulerías. Y para culminar su presencia en el escenario, y así dar entrada a Melchora Ortega, homenajearon a la gran faraona haciendo una rumba que fue lo mejor de toda la noche: parecía que podías ver en el escenario a la propia Lola y al Pescaílla. ¿Quién no recuerda "Qué cómo me las maravillaría yo, qué cómo me las maravillaría yo" o "Tú lo que quieres es que me coma el tigre, que me coma el tigre, mi carne morena", entre otras?
Melchora Ortega tomó el testigo acompañada por el guitarrista Santiago Lara. Tras 19 años de ausencia en la Fiesta de la Bulería, la jerezana dedicó su actuación "a mis padres y a mi tata, que no puede verme fuera", llenando el escenario de tangos, sobre todo con aires de Jerez, de seguiriyas y por el palo que más le gusta: de fandangos. Pocas intervenciones necesitó para meterse al publico en el bolsillo que se volcó con ella como nunca.
Tras un pequeño descanso disfrutaron del baile de Mercedes Ruíz junto al cante de David Carpio, a la guitarra de Santiago Lara, a la percusión de Perico Navarro y a las palmas de Javier Peña y Manuel Salado. El baile de la noche también llevaba la marca Jerez gracias a la gran Mercedes Ruíz. Hipnotizó el silencio con las castañuelas y se ganó al público por soleá.
Y para terminar y culminar las Fiestas de la Bulería, el público (el que aún quedaba por ser ya más de las dos de la mañana) pudo deleitarse con el gran Jesús Méndez junto al guitarrista Diego del Morao, con las palmas de Manuel Salado y Diego Montoya. Un final de fiesta inmejorable que hizo que los asistentes disfrutaran de este evento tan de nuestra tierra. Soleá por bulería para comenzar, para continuar por tientos-tangos y concluir la faena por seguiriyas.
Arte, compás y taconeo volvieron a sonar en este ciclo de la Fiesta de la Bulería, volvieron a sonar en la cuna del flamenco demostrando una vez más que Jerez es el Vaticano del cante flamenco. Jerez, tronco y solera del cante, es la escuela donde aprende desde el más chico al más grande.
