viernes. 26.04.2024

La vía liberal

"Defender los principios y políticas que funcionan no es rechazar el consenso, es defender la cordura frente al unicornio"

La vía liberal

"Defender los principios y políticas que funcionan no es rechazar el consenso, es defender la cordura frente al unicornio"

 Artículo de Opinión de Manuel Jesús Granado, Vicesecretario de NNGG 

El Gobierno del Partido Popular formalizó el pasado viernes en el Consejo de Ministros un nuevo aumento de la presión fiscal a los españoles. Y, una vez más, el señor Ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, cometió el fallo de mantener sobre los hombros de las familias y las empresas el cumplimiento del déficit. Una decisión que decepciona y enfada a partes iguales. Y decepciona, porque exista una alternativa: la vía liberal.

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Nadie (sensato) pone en duda que cumplir con el objetivo de déficit es una obligación ineludible, ahora y antes. Lo que sí se pone en duda es que para solucionar el problema se elija la vía socialdemócrata de subidas de impuestos para seguir sufragando los incrementos del gasto público y sucumbiendo así a esa oposición que sólo sabe exigir más gasto (a pesar de que España se sitúa entre los cinco países que más pueden mejorar la eficiencia de la administración).

El pilar fundamental de la política económica tiene que ser el empleo y la atracción de empresas, y no intentar contentar a los sindicatos o a la oposición para los que la creación de empleo no es el objetivo, sino más bien todo lo contrario. El paro se convierte para ellos en un arma política para gestionar el asistencialismo.

Ir en sentido contrario a los países líderes termina reduciendo crecimiento y empleo potencial. Y parece que eso es lo que pretendemos con las últimas medidas aprobadas. Poner escollos a la competitividad subiendo el Impuesto de Sociedades, o aumentar costes laborales (SMI y cuotas sociales) que desaceleran el ritmo de creación de empleo, no es el camino.

El PP tiene que ser más ambicioso que nunca. Acometer una verdadera revolución fiscal pensando a largo plazo, y olvidar el objetivo recaudatorio a corto plazo de “rascar de lo que queda”. Tiene que dar un golpe en la mesa y, como partido liberal que es, optar por esa vía. Un tipo único y más reducido en el Impuesto de Sociedades para potenciar el crecimiento del número y tamaño de las empresas, bajar las cuotas sociales reduciendo la carga sobre el empleador, equiparar los tipos marginales del IRPF a la media de la OCDE…

Estas medidas no son un invento mío. Son un calco de las medidas de lógica incuestionable que han permitido que países líderes en crecimiento y empleo (véase Reino Unido, Irlanda o Suecia) mantengan su posición, atraigan más inversión y, además, salgan antes de las crisis.

Porque defender los principios y políticas que funcionan no es rechazar el consenso, es defender la cordura frente al unicornio.

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