martes. 19.03.2024

Bienvenido el nuevo año, con sus virtudes y problemas

"La cuesta de enero está ahí, los problemas están ahí, los políticos y sus políticas están ahí. ¿Que habían pensado ustedes?"

Bienvenido el nuevo año, con sus virtudes y problemas

"La cuesta de enero está ahí, los problemas están ahí, los políticos y sus políticas están ahí. ¿Que habían pensado ustedes?"

 Tribuna libre de Pascual Fernández Espín 

Los ecos de los villancicos se apagaron, el chinchín de las copas también; el belén familiar queda guardado entre algodones hasta la navidad que viene, y la normalidad empieza a imponerse en nuestras vidas y en nuestros estómagos. Salvo los últimos polvorones que van quedando, los pestiños y otros restos de la gran bacanal navideña, que por aquello de los michelines adquiridos no sabemos si engullirlos o darles aire, queda la realidad; la realidad de unos kilitos de más que se acumulan entre las lorzas mientras nos hacemos la eterna promesa de siempre. La de todos los años: “Un día de estos hago la ruta del colesterol y me pongo a régimen.”

Pascual Fernández Espín, escritor murciano nacido en Bullas en 1948, es autor de "Bulerías tal como lo escuché", "Salto lucero", "El pastel ajeno", "Con el Otoño a cuestas" y de "Testimonio de una tragedia".

Pero amigos míos, lo que todo el mundo parece haber olvidado es el día después del uno de enero. Como bien escribió el escritor guatemalteco, Augusto Monterroso, en el cuento que más fama le dio: “Y cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Es decir, el dinosaurio de la cuesta de enero está ahí, los problemas están ahí, los políticos y sus políticas están ahí. ¿Que habían pensado ustedes?, que dentro del espíritu navideño, con cara gansa y ojos de cariño infinito, nuestros representantes políticos, sean los locales, los regionales o los estatales, con sonrisa Profiden incluida, al habernos felicitado las pascuas éramos todos sus amigos y formábamos parte de sus entretelas. Que equivocación tan grande, señores míos.

Es verdad que la felicidad y prosperidad para el nuevo año debería estar pelín mejor que el anterior, y si a todo ello le sumamos que ya tenemos estabilidad política, aunque sea de boquilla, está claro que esto debería ir a más. A mejor. Pero claro, debajo del papel que envuelve el regalo está el quid de la cuestión.

Pero vayamos por partes y empecemos por lo primero. Es decir, empecemos con una de las realidades actuales. Tenemos gobierno y tenemos oposición, eso sí, fragmentada y a la uña. O sea que, si alguien… o muchos, no querían ver a Rajoy ni en pintura, pues toma, tres tazas llenas de Rajoy, y con poca azúcar. Fuera de Ciudadanos, que algún día sabremos en realidad a que juega, en el PSOE, después del desvarío pedrosanchista, lejos de aprender de los fracasos, que siempre es la mejor escuela de aprendizaje, quieren seguir ahondando en la herida propia, y así, en el más puro suicidio japonés por desentrañamiento, algunos insisten en seguir haciéndose un corte en la barriga por donde se les escapen las ideas equilibradas y europeístas de los últimos tiempos; un harakiri que lejos de lavar honor, como los viejos samuráis, les puede conducir a la desaparición del grupo, o en el mejor de los casos, a quedar configurados como un partido testimonial, meramente a los residuos de un partido que en su día fue grande. Alternativa y gobierno. Aunque los experimentos poco ensayados deberían hacerse con gaseosa, pero el PSOE necesita uno, y con urgencia. Sino un experimento circense y gaseosado, si un cambio de rumbo por el bien del partido y del propio equilibrio estatal.

El PSOE necesita recuperar la unión de partido perdido, y hasta es posible que un cruce del desierto donde curar heridas y recargar valores, pero lo que no necesita es hacerse la competencia sí mismo, abriendo sucursales frente a sus propias sedes, donde el producto ofrecido sea la vuelta al más puro rancismo de antes del congreso de Suresnes. Vamos, que algunos, no contentos con el daño que ya han realizado a la propia familia socialista, siguen erre que erre en sus derivas, entregando en bandeja electores a su más firme contrincante. A Podemos. Menos mal que en Podemos también les pican las pulgas. ¡Osus María! Han pasado del asambleísmo más cutre y de su famosa mantra: “la casta”, a las barricadas del no pasarán, pero, ojo, no  pasará ni dios ni el diablo a quitarles a algunos el sillón, una poltrona que ya han empezado a tomarle el gustillo.

El señor Iglesias, purgas incluidas (purgas de expulsiones y patrañas) y demagogia al más elevado nivel, habla y habla de libertad, como si  hablar de libertad en España fuese igual que hablar de libertad en su querida Venezuela. Habla de listas abiertas, habla de banco de propuestas, de voces altas y claras en sus militantes; en síntesis, habla de suma de opiniones, pero cuando una opinión o voz suena un poco más alta de la sumisión, el muy “jodido”, artimañas incluidas, pretende silenciarla. El señor Iglesias se niega a que en su partido alguien le haga sombra o piense lo contrario a sus dogmas de “chicha y nabo.” Está claro, modificando un poco la prosa del refranero español, que: “Cuando el poder se escapa por la puerta, los amores saltan por la ventana”.

Lógicamente, y como no podía ser de otra forma, todo este batiburrillo en las entrañas de la oposición, al señor Rajoy, que no se esperaba semejante bicoca, le viene como anillo al dedo… Pero ojo, señor Rajoy, que también en su horizonte hay nubarrones de tintes oscurecidos… Según las malas lenguas, el señor Aznar, hasta las mismísimas partes nobles de las derivas, vacilaciones y tancredismo del señor Rajoy, sobre todo con los nacionalistas y separatistas, si en su día lo puso a dedo, ahora pretende lo contrario, ya que está entretejiendo otro partido de competencia pepera y corte socialcristiana que puede hacer mucha pupa. Y pásmesen ustedes, según las últimas encuestas, ya arrancaría con casi cuatro millones se sufragios y 51 diputado. No hace falta aclarar de donde procederían los votos…desde luego, de Podemos, no.

Y así, entre col y col y estadística a estadística, ¡marchando una nueva ración de impuestos! Una nueva vuelta de tuerca a nuestras paupérrimas finanzas familiares ya ha empezado a asomar su patita. O es que pensaban ustedes que los ocho mil millones (se empezó diciendo cinco mil) que nos costará recuperar las autopistas de los amiguetes sólo procederán de los Impuestos de Sociedades de las Empresas, de la tributación del tabaco, del alcohol o de las bebidas alcohólicas. No, no, hay otras nuevas puñaladas traperas a nuestros bolsillos que repercuten enormemente en la bolsa de la compra diaria, como son los gasóleos, las tasas portuarias, la electricidad, el gas, el teléfono, Internet, televisión, y así un largo etcétera de cara agría que llegan con  aviesas intenciones y mala baba dispuesta a pegarle otro “meneo” a nuestros bolsillos. Pero claro, si todavía estas subidas fuesen compensadas con otras del mismo nivel en nuestros ingresos, pues qué quieren que les diga, pero podría valer, sin embargo no es así.

Dice el ínclito señor Montoro, (bendita sea su estampa) que le ha dicho la señora Melker, que hay que contener los salarios de los españoles para nuestro solar patrio funcione. Y así, mientras no hace tanto, eso sí, con el beneplácito de todos los partidos políticos, en España se subieron las subvenciones a los partidos un 28%, las pensiones….y agradecidos deberíamos estar, para el año en curso, porque son muy buenos y quieren mucho a los jubilatas, las han subido un 0´25 %. O sea, cinco veces menos que el IPC. Y lo que es más trágico, parece existir una corriente que trata de enfrentar a los trabajadores actuales con los pensionistas actuales, dejando  caer, que la bolsa de las pensiones está bajo mínimos porque somos muchos pensionistas, de lo que podía deducirse que los trabajadores actuales están pagando unas pensiones que para ellos no quedarán. Es posible que lleven razón, pero estos pensionistas de ahora hicieron exactamente lo mismo antaño.

Y pensar que cuando me llegué a jubilar yo quería envejecer dentro de una serenidad razonable. Es que no gano para disgustos.

Bienvenido el nuevo año, con sus virtudes y problemas