La reciente detención de dos falsos agentes comerciales de gas que hurtaron 3.000 € a un anciano en la localidad malagueña de Sedella en una revisión fraudulenta vuelve a poner en primer plano la problemática existente ante este tipo de delitos donde la picaresca juega un papel muy importante. Personas de avanzada edad, sin compañía o extranjeros son los principales destinatarios de este tipo de engaños debido a su indefensión ante estas situaciones.
En el caso del denunciante de Sedella, dos falsos agentes del gas se personaron en su domicilio, previa llamada de una tercera implicada haciéndose pasar por trabajadora de la empresa gasística concertando la cita, con la excusa de realizar la ficticia revisión anual de la instalación del gas de su vivienda.
En una primera visita a la residencia del hombre de 84 años los falsos agentes cobraron la cantidad de 356 € por los trabajos realizados, al mismo tiempo que descubrieron el lugar del que la víctima había cogido el dinero para pagarles. Días después, los mismos dos falsos técnicos regresaron al lugar de los hechos con la nueva excusa de verificar el trabajo realizado argumentando la seguridad del cliente.
De este modo, mientras uno de los agentes entretenía a la víctima en la cocina, el otro implicado aprovechaba para cometer el hurto en el lugar donde ya conocían que era guardado el dinero.
Siguiendo un ‘modus operandi’ similar, hace pocas fechas era desarticulado una banda formada por 26 personas, 17 en Baleares, cuatro en Málaga, tres en Alicante y dos en Madrid, acusadas de estafar a unas 5.000 personas con innecesarias revisiones de gas en sus domicilios, por las que cobraban ingentes cantidades de hasta 1.200 €.
Ante la necesidad de mantener la alerta en lo que a las revisiones del gas en los domicilios se refiere, desde la Unión de Consumidores de Andalucía UCA-UCE recomendamos una serie prácticas a tener en cuenta para evitar este tipo de situaciones.
- La inspección anual obligatoria es falsa. Los agentes fraudulentos aprovechan el desconocimiento de los usuarios en lo que a esta legislación atañe para hacer creer sobre la necesidad de hacer una revisión de la instalación del gas año tras año. Esta afirmación es totalmente errónea.
- Las inspecciones son cada cinco años. Las instalaciones de gas natural y licuado del petróleo por canalización deben pasar una inspección obligatoria cada cinco años, y no cada uno, como afirman muchos impostores. Recomendamos guardar toda la documentación de las inspecciones para poder reclamar en caso de anomalías. El coste de la inspección lo paga la empresa distribuidora.
- Infórmese de la legislación de cada Comunidad Autónoma. Los clientes de gas butano deben pasar la revisión también cada cinco años. Consulte en la correspondiente Consejería de su Comunidad Autónoma. Ahí le informarán sobre las tarifas de los servicios autorizados para llevar a cabo estos trabajos.
- Prestar especial atención a los ancianos. Se trata del colectivo más vulnerable en este tipo de timos. Los estafadores suelen cebarse con ellas y aceptan, muchas veces por desconocimiento y sentirse desvalidos (sobre todo si viven solos), el acceder a estas revisiones.
- Cuidado con las obras innecesarias. Las falsas revisiones del gas en muchas ocasiones llevan implícitas una serie de trabajos que exceden de la mera revisión de la instalación del gas. Intentan cobrar hasta trabajos que ni siquiera han sido realizados.
- Recele por defecto y consulte a su empresa. No confíe de cualquier persona que llame a su puerta, y a priori recele de los agentes que lleguen solicitando una revisión del gas. En caso de que decida entablar un diálogo comercial con ellos, no le facilite sus datos personales ni firme nada. Lo mejor es pedirle que la compañía en cuestión se ponga en contacto con usted. Si usted da por hecho que se trata de un fraude, avise inmediatamente a la empresa a la que dice que pertenece para que corrobore toda la información al respecto.
