miércoles. 17.04.2024

"El cambio prometido... que nunca llega"

Tribuna Libre de Manuel Jesús Granado, Vicesecretario de Campaña y Acción Política de NNGG Jerez
Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid.
Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid.

"El cambio prometido... que nunca llega"

Tribuna Libre de Manuel Jesús Granado, Vicesecretario de Campaña y Acción Política de NNGG Jerez

173 días han pasado desde las últimas elecciones autonómicas y municipales. 173 días desde que los partidos del cambio y el “sí se puede” están en las instituciones, gobernando en importantes ciudades (Madrid, Cádiz, Barcelona o A Coruña) y, como dicen ellos, metiendo a las plazas en los ayuntamientos. Pero, ¿realmente se está produciendo ese cambio? Yo, personalmente, espero expectante ver la gestión de estos nuevos “políticos”.

Pero me pongo a analizar las actuaciones de los nuevos alcaldes de las marcas blancas de Podemos, y dejan mucho que desear y evidencian, aparte de un nulo conocimiento para dirigir un consistorio, su tremendo populismo al comportarse exactamente igual que esa “casta” tan enemiga del pueblo español. Pero con una diferencia: ellos lo hacen con un descaro impresionante, sin sonrojarse y sintiéndose totalmente legitimado para ello.

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid. Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid.

¿Y por qué digo descaro? A los hechos me remito. Me pongo en situación: Manuela Carmena (Ahora Madrid), alcaldesa de Madrid, afirmaba que las propuestas de su programara electoral no eran más que sugerencias y admitía que dudaba de la aplicación de muchas de sus medidas. Y esto señores, se llama descaro. Descaro, y engaño al mentir a la población con un discurso falso y un programa que de antemano sabía que iba a incumplir. Y que la alcaldesa de la capital de España gobierne sin ideas, sin objetivos, sin bases, sin un proyecto... por lo menos a mí, me preocupa.

Nos vamos ahora a la que puedo denominar con casi total seguridad que era su propuesta estrella, la panacea del cambio y la regeneración: renunciar al privilegio de los coches oficiales y bajarse los astronómicos sueldos. ¿Resultado? Carmena seguirá cobrando el mismo sueldo de su antecesora Ana Botella, 100.000€ (esto aparte de mantener en nómina a la friolera de 80 directivos que cada año van a suponer un gasto de 7 millones de euros) y mantendrá su coche oficial pese a afirmar tras su investidura que renunciaba a él. Eso sí, como buena populista estuvo cuatro días utilizando el metro con su cámara y fotógrafo personal incluido. Ada Colau (Barcelona en Comú) no había sido nombrada alcaldesa cuando anunció que bajo su mandato no habría privilegios... Un sueldo de más de 81.000€ y, tras el paripé del metro, mantiene el coche oficial (cambia el Audi A6 por un Seat monovolumen que es más comunista, todo hay decirlo). José María González, “Kichi” (Por Cádiz Sí Se Puede), quien sí ha cumplido su promesa de bajarse el sueldo (1.880€ al mes) y seguirá los pasos de Teófila Martínez de no cobrar del Ayuntamiento, sino que recibirá la asignación que le corresponde como diputado provincial. Pero... lo que ahorra por un lado lo pierde tres veces más por otro, y es que Kichi tendrá con 8 concejales más asesores que el PP con 17 y encima a sueldo de oro cobrando casi 23.000€ el que menos y más de 44.300€ el que más. En fin, las gallinas que entran, por las que salen. Esto no cuadra mucho con el código ético que el 12 de junio dejaron escrito en su web:“Ni por el número de asesores que suman la cantidad de 11 asesores trabajando para el equipo de gobierno ni por la cantidad del sueldo que ellos prometieron que en ningún caso pasaría de dos veces el salario mínimo interprofesional.”

Todos ellos afirman que parte de sus grandes sueldos irán destinados a donaciones (a fecha de hoy no se sabe ni a quién, ni cuánto), pero eso al ciudadano no le importa porque el resultado sigue siendo el mismo: no le ahorran ni un sólo céntimo al contribuyente. Pero el buen populista siempre recurre a algún enemigo, a alguna mano negra, y culpan a los partidos de la oposición de no dejarles bajarse el sueldo...

Otro tema del que hablaron a bombo y platillo fue de la corrupción y concretamente del enchufismo o, como ellos lo han bautizado, “capitalismo de amiguetes”. Esta práctica podría definirse como la obtención de beneficio privado a través de tratos de favor concedidos por las Administraciones Públicas. El gobierno de Carmena le ha dado una "vuelca de tuerca" a este concepto y se podría hablar directamente de “comunismo de amiguetes”. El caso más llamativo ha sido la destitución de la consejera de Mercamadrid, una funcionaria desligada del campo político, para poner en su lugar a su concejal Francisco Pérez Ramos. O el nombramiento del marido de la sobrina de Manuela Carmena, Luís Cueto, como jefe de gabinete a pesar de que el PP aprobó en abril un reglamento que prohíbe que los ediles elijan como cargo eventual o de confianza a un familiar. Este privilegiado cobrará 90.000€ anuales, 11.000€ más que el presidente del Gobierno. En Barcelona, Ada Colau, esa gran feminista que lo primero que hizo fue enchufar a su novio Adrià Alemany, sigue la misma estela. Y su número dos, Gerardo Pisarello, no quiso ser menos y también enchufó a su pareja como asesora de la concejalía de vivienda.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. ElConfidencial Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. El Confidencial

La siguiente promesa favorita fue la paralización de los desahucios. Convirtieron el fin de los desalojos en una causa que ha arrasado en las urnas pero que choca con la realidad jurídica. Y me cuesta creer que, por ejemplo, Ada Colau, una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, desconociera que La ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley Hipotecaria no otorgan competencias a los Ayuntamientos (ni a las Comunidades Autónomas) para paralizar un proceso de desalojo de vivienda dictado por un juez. Tampoco las fuerzas de seguridad locales pueden desobedecer autos judiciales. Sus posibilidades se ciñen a la intermediación entre las partes y a facilitar una vivienda a las familias que se han quedado sin ella. Si sabían que no tenían competencias, ¿por qué mintieron prometiendo sus paralizaciones?

Para finalizar, nos vamos a la gestión. Es pronto para evaluarla, pero Cádiz “ya ha caído” por así decirlo. “Kichi” se convierte en el primer alcalde de Podemos con el agua al cuello, ha declarado al Ayuntamiento en quiebra técnica y su desastrosa corporación no tiene plan para hacer frente a la bancarrota en la que se encuentra la ciudad. Aparte, todos los concejales de estas marcas blancas no han parado de dar signos de desconocimiento, inexperiencia y malas prácticas tanto en el desarrollo de los plenos como en la gestión de los consistorios.

En resumen, ¿dónde está el cambio?, ¿va a llegar algún día? Por ahora no ha llegado señores, y a los hechos me remito. ¿El problema? Yo detecto dos. Por un lado, no se puede pretender hablar de nuevos tiempos aplicando las más viejas políticas. Por otro, nos hemos tragado el cuento de los populistas y ahora lo estamos pagando. ¿Y qué es eso del populismo? Pues es el atajo por el cual juegan con las pasiones, ilusiones e ideales de las persona para prometer lo que es imposible aprovechándose de la miseria de la gente, dejando fuera absolutamente toda la razón y la lógica en la toma de decisiones. Y eso están haciendo, jugar con nuestras necesidades mientras ellos, podemitas, autodenominados “salvapatrias”, siguen cobrando grandes sueldos y gozando de privilegios. Siguen corrompiendo las instituciones y enchufando, en lugar de ponerlas a nuestro servicio. No han solucionado nada, no han cambiado nada. Y lamento decepcionarles, pero atacar a símbolos nacionales y religiosos, cambiarle el nombre a las calles o hacer que la Iglesia pague el IBI no va a solucionar el problema de los españoles, ni va arreglar España.

"El cambio prometido... que nunca llega"