viernes. 29.03.2024
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Tal día como hoy, hace 30 años, algo terrible sucedería y cambiaría la vida de muchísimas personas. En Chernóbil ocurriría el mayor desastre nuclear de la historia que acabaría de forma directa con la vida de 30 personas y más de 116.000 evacuados.

Eran las 1:23 am (hora local) en la central nuclear de Chernóbil, Ucrania. Una maniobra errónea provocó un desastre que hoy por hoy, aún sigue teniendo consecuencias en la población ucraniana. Un simulacro propuesto por el personal de la central se convirtió en el mayor error de la historia. Los técnicos de la planta de energía iniciaron un simulacro consistente en reducir el nivel de energía eléctrica en el reactor número 4, como parte de un experimento controlado para comprobar si en el caso de pérdida del suministro eléctrico, la desaceleración de la turbina podría aportar suficiente energía para seguir enfriando el agua del circuito principal de refrigeración hasta que se pusiera en marca el generador diesel de emergencia.

La mala organización del personal hizo que los niveles de presión del reactor se elevaran y acabase rompiendo varias tuberías, lo que provocó dos explosiones. Durante aproximadamente 10 días, grandes nubes radiactivas sobrevolaron el cielo de Ucrania. En todo esto se vieron afectados también aproximadamente unos 15 países de Europa Occidental y Oriental, entre ellos Italia y España.

Las explosiones estuvieron registradas en un 7 de 7 en la escala internacional de emergencia nuclear de INES, lo que provocó que alrededor de 116.000 personas tuvieran que ser evacuadas por orden de la Unión Soviética. 30 kilómetros a la redonda de la central fueron aislados y sometidos a controles militares, prohibiendo a su vez el paso a cualquier persona no autorizada.

La vida de millones y millones de personas se vieron truncadas desde ese momento. Chernóbil, ciudad que gozaba de una vida rutinaria y normal, a partir de ese 26 de abril de 1986 jamás volvería a ser lo que era. Colegios sin niños, calles sin personas, comercios sin clientes, etc. Nadie podía pisar esas tierras, a menos que quisieran morir por un alto nivel de contaminación.

A pesar de que se recomendó que nadie viviese en las inmediaciones de la central nuclear, algunas sí fueron las familias que vivieron cerca de la zona del desastre. La pregunta llega cuando nos planteamos el cómo han podido sobrevivir a este terrible accidente. Lo cierto es que el cuerpo humano, al igual que la vegetación  tiene la capacidad de acostumbrarse a niveles bajo de contaminación, y quizás sea este el motivo por el cual familias como estas sobreviven.

Sin embargo, lo que no se duda, es que estas personas están totalmente contaminadas, debido a que los alimentos que consumen están en el mismo estado que su salud. Mutaciones de alimentos y animales son algunas de las consecuencias visibles que este desastre dejó por su paso.

30 años después, aunque en menor medida, el accidente sigue afectando en la salud de muchas personas. Sigue habiendo niños que nacen con deformaciones, así como personas afectadas por el cáncer debido a las altas radiaciones que la explosión provocó.

Es por eso, por lo que hoy 26 de abril de 2016 queremos recordar a esas personas que perdieron la vida en aquella central ucraniana, y sobre todo recordar a aquellos liquidadores que se encargaron de minimizar las consecuencias del desastre, pues sin su ayuda, las consecuencias hubiesen sido mucho mayores.

Chernóbil, la ciudad fantasma 30 años después