La luz le da vida, dinamismo y belleza a nuestra Feria del Caballo
Fotógrafo y luz están condenados a entenderse
Todo está ya preparado para la esperada Feria del Caballo de 2016. El ajetreo de hoy está siendo incesante entre las casetas: coches, furgonetas, mesas,algunos curiosos, farolillos, gente yendo y viniendo...
Existen un sinfín de situaciones que se repiten cada año para que todo esté preparado en el momento del "alumbrado".
Nosotros hoy hemos querido perdernos en este devenir y no parar, y dejaros constancia de lo que ya sí está listo para mañana: alumbrado, botas de vino, ornamentación floral... Eso que, aunque a veces pase desapercibido, si faltara en nuestra feria nos provocaría una cierta extrañeza. Al decir pasar desapercibido no incluimos el alumbrado, obviamente, que tanto luce (nunca mejor dicho y por partida doble) y es seña de identidad de la Feria del Caballo.
Fotografiar nuestro alumbrado cuando está apagado es probablemente poco llamativo, carece de esa emoción que nos transmite cuando está encendido.
La luz le da vida, dinamismo, belleza. Es por eso que muchos fotógrafos andamos siempre locos jugando a perseguir y encontrar la luz, en cualquiera de sus formas y fuerzas: tenue, brillante, deslumbrante, tímida... Fotógrafo y luz están condenados a entenderse para sacar lo mejor el uno del otro. Ya lo dijo Trent Parke: “Estoy siempre persiguiendo la luz. La luz convierte en mágico lo ordinario”. Y podemos asegurar que nuestra feria tiene mucha luz...
Enfócanos el próximo Viernes, te sorprenderá nuestra MIRAda.