viernes. 19.04.2024

La "media" noche de Joaquín Sabina en Jerez

El cantautor jienense actuó en el Municipal de Chapín en un concierto donde repasó sus grandes éxitos

Joaquín Sabina regresaba a Jerez de la Frontera diez años después para presentar su último trabajo ‘Lo niego todo’ en medio de una enorme expectación y el jienense agotó prácticamente todo el papel puesto a la venta. Para la cita, un escenario improvisado. El fondo norte de Chapín se vistió de gala y cambió sus porterías por asientos desde los que contemplar y acompañar los acordes del ubetense. Todo estaba cuidado al más mínimo detalle, aunque sobre el escenario, una hora y media de música no fueron suficientes para  los cientos de fans que acudieron desde numerosos puntos del país para ver al Hijo Predilecto de Andalucía.

Y es que ‘Lo niego todo’ había levantado el ánimo hasta de los más alicaídos. Desde primera hora de la mañana ya se respiraba cierto aire de embrujo y poesía. Mucho más cuando pasadas las diez de la noche Chapín rompía en aplausos al ver salir al genio del bombín, negro primero; blanco después.

Su inconfundible voz rota y rasgada empezaba a recitar los primeros versos de su inacabable recetario. “Han pasado quince años que tuve el buen gusto de venirme a pasar todos los meses de agosto aquí muy cerquita, en Rota. No es que me gusten mucho las bases americanas pero amo la Bahía de Cádiz. Parece que para empezar el mes de septiembre, uno de los mejores sitios del mundo para pasar la noche y estrenar canciones casi nuevas, es Jerez”.

La comunión entre público y artistas no se hizo esperar y desde el primer minuto enarbolaron al unísono voces y palmas para recitar al oscuro cielo de Jerez. El espectáculo comenzó con alguno de los temas incluidos en su último trabajo para poco a poco ir dando paso a los grandes clásicos que han convertido a Sabina en uno de los más ilustres iconos de la música contemporánea.

De hecho, ese peculiar e inconfundible estilo cedió el protagonismo a su inseparable banda. Antonio García de Diego “el mejor músico con el que he pisado”; Mara Barros, que interpretó “Hace tiempo que no”, una canción surgida tras una cena con su buen amigo Gabriel García Márquez; Pancho Varona “nunca me he subido a un escenario sin él y espero que siga siendo así por mucho tiempo”; Pedro Barceló a la batería; el saxofonista aragonés Josemi Sagaste; la bajista argentina Laura Gómez y su guitarrista Jaime Asúa. “En este grupo el que peor canta es el cantante” afirmaba Sabina.

Y volvió a hacer suyo el micro tras un ligero cambio de sombrero. “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Y sin embargo”, “Me lo dijeron mil veces”, “Ruido” y “Noches de boda” fueron la antesala al momento más esperado del concierto. Cuando la noche invitaba a dar paso al nuevo día sonaron los inconfundibles acordes de “Y nos dieron las diez”. El público se entregó en cuerpo y alma al artista jienense y juntos vivieron un momento único que quedará grabado para siempre en sus retinas.

Con el tiempo cumplido, algunos de sus grandes clásicos se quedaron en el tintero aunque no pareció importar demasiado durante algunos instantes. Fue al final, momento en el que el reloj todavía no alcanzaba las doce, y tras pronunciar “porque el amor cuando no muere marta, porque amores que matan nunca mueren. Hasta siempre Jerez”, cuando muchos se depertaron de un sueño que nunca querían que terminara. Al final, la noche de Sabina se quedó a medias, aunque lo negó todo.

La "media" noche de Joaquín Sabina en Jerez