viernes. 19.04.2024

Susana es el problema

"Está más pendiente de España que de Andalucía"
El MIRA | Noticias
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 Tribuna libre de José A. Hierrezuelo

Los andaluces tenemos muchos problemas. Pero uno de ellos se llama Susana Díaz y Pacheco para más señas. Sí, la misma. La presunta presidenta de la Junta de Andalucía, del supuesto gobierno de los andaluces, que somos todos los que vivimos y sentimos esta tierra, seamos o no militantes del PSOE, partido del que ella misma dirige en Andalucía y en el que pretende mandar en toda España.

Y ese es el problema que agrava el problema. Susana está más pendiente de España que de Andalucía. Por ejemplo, está más dedicada a poner orden en el PSOE, que hacerlo en la sanidad pública andaluza, y claro está, una parte importante de los ciudadanos que viven en esta tierra les interesa mucho el PSOE. A la mayoría ni su ni sa, es decir les trae al pairo que Susana o Pedro Sánchez se peleen por ser el cabeza de cartel socialista y quien tenga el mando en plaza en el partido del puño y la rosa, o lo que quede de ella.

 

Pero a todos los andaluces, socialistas, populares, podemitas, ciudadanitas o del Real Betis les importa, y mucho, la calidad de la asistencia sanitaria en todos los rincones de Andalucía. Que los centros de salud estén bien dotados de personal, que los hospitales sean dignos para la estancia y comodidad de los pacientes y que las pruebas diagnósticas no se eternicen.

Menos mal que tenemos al mejor elenco de médicos, enfermeros y enfermeras, auxiliares que nadie podía imaginar, para envidia de otras regiones. Personal, que no está bien pagado - ni mucho menos – que está tirando del carro para no dejar tirados a los pacientes, que en su mayoría ven cómo Susana deja tirados a los profesionales sanitarios y, por ende, a ellos mismos.

Visto lo visto, a Susana Díaz le importa bien poco la calidad asistencial sanitaria en Andalucía. Eso lo deja en manos de un consejero de Salud que demuestra cada vez que le ponen un micro por delante su absoluto despiste. El tal Aquilino Alonso, que así se llama el consejero, dice – y lo recoge la web de la Junta – “que en los próximos meses se pondrán en marcha nuevas medidas para mejorar la atención” en la sanidad andaluza. Y yo me pregunto… qué se ha hecho en los meses y años anteriores. No me explico cómo este individuo no ha sido cesado ya por Susana Díaz, la que se supone que es la presidenta de la Junta.

Ahora se ha ido a Bruselas a no se sabe a muy bien qué. El viaje no ha servido para negociar acuerdos con la Unión Europea que sean beneficiosos para Andalucía. Ni para hablar con eurodiputados británicos sobre el Brexit y su repercusión en esta tierra. Tampoco para que los productos agroalimentarios andaluces logren nuevos mercados en el amplio mercado europeo. No.

Susana se ha ido a Bruselas a hacer el ridículo, porque muy ridículo ha sido que su entrevista con el presidente saliente del Parlamento Europeo Martin Schulz haya durado menos de cinco minutos y en un pasillo de los muchos que tiene la sede de la Unión Europea en Bruselas. Como también lo ha sido que su charla con los europarlamentarios socialistas no llegase a congregar a medio centenar de ellos, cuando suman cerca de doscientos. Lo dicho, ridículo.

Un viaje muy improductivo, pero con mucho ruido, y que no ha servido para solventar alguno de los problemas de Andalucía que podrían quedar resueltos en Europa. Y todo porque Susana Díaz se ha empeñado en ser un problema para los andaluces para así arreglar el gran problema que es el PSOE.

Susana es el problema