La parroquia de San Miguel, constituye uno de los tesoros de la arquitectura jerezana. Ubicada en uno de los barrios más dinámicos y populares de la ciudad, está considerada junto con Santiago, como uno de los máximos exponentes de la arquitectura religiosa de extramuros.
El origen del templo, se pierde en las brumas de la leyenda. Según cuenta la tradición, durante la conquista de 1264, las tropas cristianas fueron apoyadas durante el asedio tanto por San Miguel como por Santiago. Ello propició que una vez tomada la ciudad, el rey Alfonso X, decretase la construcción de dos reales capillas, una frente a las Puertas del Real y otra frente a la puerta del Olivillo. De esta forma, frente a la Puerta del Real, se levantó una capilla consagrada a San Miguel. La cual sería el germen de la futura parroquia.
La construcción del actual edificio, comenzó en 1482. En esta fecha se empezó a edificar la Puerta del Evangelio, de estilo gótico. La obra terminó en el año 1484. Este hecho, pudo estar relacionado con un ruego que la ciudad de Jerez realizó a los Reyes Católicos, aprovechando su visita a la villa en ese misma fecha, para dotar de una parroquia a los habitantes de esta zona del municipio.
Lo cierto es que las obras de construcción se prolongaron hasta el siglo XVI. Siendo 1569, la fecha en la que se cierra la estructura. En el transcurso de este tiempo, diferentes estilos arquitectónicos fueron dejando su huella en el templo. Configurándose de esa forma, la actual parroquia.
La Iglesia de San Miguel posee una planta rectangular, dividida en tres naves interiores. La nave central se encuentra más elevada que las otras dos y la división entre dichas naves, se encuentra delimitada por pilastras de estilo gótico florido, decoradas por diversos tipos de doseletes. En su parte superior, el templo queda cerrado por bóvedas de crucerías, en la zona próxima a la cabecera y por bóvedas menos elaboradas en la parte más cercana a los pies de la iglesia.
En lo que se refiere a la parte exterior, San Miguel presenta tres fachadas. Dos de estilo gótico, la ya nombrada del Evangelio y la de la Epístola. Y la fachada principal, situada a los pies del templo, es una torre fachada construida al más puro estilo del Barroco Sevillano.
Diseñada por el arquitecto jerezano Diego Moreno Meléndez, la parte principal de entrada a la iglesia de esta fachada, se encuentra delimitada por dobles columnas. Entre las cuales se localizan una serie de hornacinas.
Por encima de esta sección se localizan tres partes más, colocadas seguidamente y recargadas de elementos barrocos. La parte superior del conjunto, posee una planta octogonal. Y se encuentra rematada por un llamativo capitel, recubierto por azulejos blancos y azules.
Como parte del conjunto, es necesario hacer constar la Capilla del Sagrario. De planta de cruz griega y con una parte central mantenida por pares de columnas de orden corintio, su construcción se atribuye a Ignacio Díaz. La parte central de la estructura queda rematada por una cúpula octogonal. Y los brazos, por bóvedas de cañón.
En su interior, el templo alberga un retablo mayor en madera, obra de Juan Martínez Montañés. Además cuenta con una importante colección de piezas de corte barroco. Entre las que destacan el Santo Crucifijo de la Salud, cuya autoría se atribuye a José de Arce. Termina de confeccionar la colección, el Tabernácula de la Capilla del Sagrario de Andrés Benítez y la Custodia Procesional de Juan Laureano de Pina.
Por su singularidad arquitectónica, en la cual se conjugan de forma armoniosa una sucesión de diferentes estilos y por la valía de las piezas que alberga, San Miguel es una Iglesia única, dentro del patrimonio monumental jerezano.
De los Ríos Martínez, Esperanza; “Antón Martín Calafate y Diego Moreno Meléndez en la Arquitectura Jerezana del Siglo XVII”; Universidad de Cádiz Servicio de Publicaciones y Universidad de Sevilla Servicio de Publicaciones; Cádiz y Sevilla; 2002.
