jueves. 25.04.2024

Yo sí paro

Decido parar porque ante la injusticia siempre merece la pena luchar

Yo sí paro

Hoy, en este 8 de Marzo, Día de la Mujer, yo, como mujer, he decidido Sí Parar, junto a millones de mujeres más  en todo el mundo. Y decidido parar por mi madre, que dejó de estudiar para ayudar en casa, porque ella se casaría con un hombre que la mantuviera a  ella y a sus hijos, por lo que no necesitaría estudiar, pero, se encargó de que yo tuviera la oportunidad que ella no tuvo.

Decido parar porque espero que algún día nuestras hijas escriban artículos, agradeciendo que las mujeres de hoy consiguiéramos que ellas cobren lo mismo que  los hombres y puedan acceder a puestos de responsabilidad sin estar condicionadas por su vida familiar. Decido parar porque ante la injusticia siempre merece la pena luchar.

Una lucha de miles de mujeres que ya en 1981, yo ya había nacido, consiguieron que nosotras, las mujeres, no necesitáramos ya el permiso de nuestro padre o marido para poder trabajar, abrir una cuenta o sacarnos el carnet de conducir, entre otras cosas. Gracias a ellas hoy yo trabajo, tengo una cuenta en el banco y conduzco sin permiso de un hombre.

Y desde aquí, decido parar hoy, junto a tantos millones de mujeres que también deciden Parar en agradecimiento a Clara Campoamor, que vio como su carrera política hacía aguas, enfrentándose a todos sus compañeros para que yo hoy pudiera votar. Gracias también a las mujeres que en 1961 lucharon para que se aprobara la Ley de Derechos Políticos, Profesionales y Laborales de la Mujer.

Gracias a las 146 mujeres que murieron calcinadas en una fábrica textil de Nueva York mientras luchaban por mis derechos laborales. Gracias a Olympe de Gouges que escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana para exigir que los derechos logrados con la Revolución Francesa se hicieran extensibles a las mujeres. Ella moriría por ello en la guillotina.

Y gracias también a las mujeres que secundaron la huelga de 1975 en Islandia, con la idea de demostrar que si las mujeres no acudían a trabajar, no cuidaban a sus hijos y no se encargaban de las tareas domésticas, el país no podría funcionar.

Cinco años después, en 1980, una de aquellas manifestantes, Vidgis Finnbogadottir, se convertiría en la primera Jefa de Estado del mundo elegida democráticamente, demostrando así que la lucha sí sirve, siempre sirve.

Porque se lo debo a todas ellas, este 8 de Marzo, yo SÍ PARO.

Yo sí paro