Quien con niños se acuesta…
El refranero es sabio por su origen popular y por estar basado en la experiencia. Hay refranes para todos los gustos y situaciones. Pero en pocas ocasiones uno de ellos ha sido tan certero en el terreno político, que a estas alturas y a un suspiro del domingo 26 lo es todo. Quien con niños se acuesta, mojado se levanta.
MADRID 30 03 2016 Pedro Sanchez PSOE y Pablo Iglesias Podemos | FOTO JOSE LUIS ROCA
Hubo quien se acostó con un niño – por su corta vida – y se está levantando mojado. Además, si ese niño es caprichoso, avaricioso y egocéntrico, como parece ser el caso, no ha sido sólo un rastro húmedo y maloliente, sino un riego por aspersión. Dicho de otra forma, una impresionante meada.
Esto, y no otra cosa, es lo que le está pasando al PSOE de Pedro Sánchez, alias ‘El Breve’, por acostarse con Podemos. Por tratar de ofrecerle matrimonio político civil a Pablo Iglesias y desoír todos los consejos de sus propios y extraños sobre esa peligrosa cohabitación. Consecuencia, Pedro Sánchez se levantó empapado. Tanto, que ya no le da, ni le dará, tiempo a secarse. Ni mucho menos a cambiarse de ropa.
El idilio del PSOE con Podemos no es nuevo. Ni de hace cinco meses. Comenzó en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Los socialistas permitieron que Podemos gobernara en determinadas ciudades, tipo Cádiz con el tal Kichi a la cabeza, o los del puño y la rosa accedieron a alcaldías inalcanzables gracias al apoyo, y como se demuestra chantaje, de Podemos.
La mayoría de los sondeos dan por seguro que la coalición Unidos Podemos sobrepasará a PSOE en número de votos y escaños en el Congreso. Con lo que ha sido en este país el partido que fuera el del cambio y el de los cien años de honradez. Lo he escrito en pasado, que conste.
Si alguien trata de copiar al original, la gente prefiere el original que la copia. Además, original y copia cuestan lo mismo, que no es otra cosa que ir a votar. Ya le pasó a Convergencia en Cataluña. Jugó a ser el partido más independentista, y los independentistas crecieron como la espuma. Pedro jugó a Pablo y hoy Iglesias asegura que tenderá la mano a Sánchez a modo de premio de consolación y lágrimas.
Ahora parece que la meta del PSOE será quedar como la tercera fuerza política española, para desgracia de los propios socialistas y del resto de los españoles. Incluso para los que se sienten y votan al Partido Popular. Porque partidos fuertes forman una de las columnas de la democracia. La debilidad y el batiburrillo de la nueva política la degrada.