viernes. 29.03.2024

Rojos y azules, colores del pasado

Las dos visiones de los actos históricos

Rojos y azules, colores del pasado

Las dos visiones de los actos históricos

 Tribuna libre de Antonio Conde Argudo 

Yo hombre torpe, pero del pueblo, sigo con gran interés esta nueva ola de personajes y sus discursos de dolores enterrados y campanadas de remordimientos cada vez más olvidadas de una época dolorosa de este país; quien tiene esa vara de medir aquellos sufrimientos causados por ambos colores en diferentes familias y que daño causado en nombre de ideales o locuras ideológicas es, o está más justificado.Estamos en una sociedad actual donde existen ciertos sectores ciudadanos con intereses, quizás inconfesables, que quieren traer al presente colores del pasado.Manos estatua

Soy de los que apoyo ese recobrar de los restos de nuestros muertos en cunetas, tapias o interiores de iglesias para darle cristiana sepultura y con ella terminar de enterrar una época de la que todos deberíamos aprender y no olvidar para no caer de nuevo en el error.

Me apena este nuevo devenir de discursos de odios de personas del presente que del pasado solo le interesa el rédito de llegar al poder y con él, un estatus de vida de acomodo personal y no general, me apena ese nuevo ahondar en la llaga del dolor de muchas de nuestras familias y pienso claramente que cuando no se tiene proyecto para el presente y que nos garantice futuro se trae el pasado al presente para enturbiar aún más si cabe, el futuro.

Veo que se organizan diferentes actos de memoria histórica para dar una de las dos visiones tenidas o padecimientos sufridos desde la perspectiva unitaria y, cuanto me gustaría que estos actos que se organizan, a ellos, invitaran a personas o familiares de ambos colores ya enterrados pero no olvidados (espero alguien recoja el testigo y organice este acto) y que en estos actos se hablara y trasladara testimonios, vivencias y sufrimientos de ambos bandos para así darnos cuenta de una vez, que el dolor no es patrimonio de nadie y todas nuestras familias en aquella época de nuestra historia sufrieron por una sin razón de hombres e ideales enfrentados.

En esta sociedad actual de necesidades de nuestras familias con un presente doloroso y un futuro no halagüeño, lo que sobran son estúpidos con intereses espurios y faltan proyectos para sacar del caos a nuestro país. En este mar de aguas turbulentas, futuros inciertos e intereses personales todos quieren ser capitán y nadie marinero, mientras, el barco zozobra poco a poco en necesidades ajenas, ¡¡esas, que nos cogen de lejos!!

Voces quebradas y cansadas por tanto yo y tan poco nosotros que ante indiferencias de dimes y diretes nos dictan el rumbo y el capitán que debe de surcar los mares y llevar a puerto nuestro barco.

Sí a este escrito salido de un rato de aburrimiento le encuentras parecido a la realidad actual, es solo pura casualidad.

Rojos y azules, colores del pasado