Antonio Orozco se hizo “pedacitos” en Jerez

El artista catalán demostró una gran puesta en escena durante el concierto celebrado en el Palacio de Deportes

Con algo más de diez minutos de retraso sobre lo inicialmente previsto, una cuenta atrás coreada todos los asistentes daba paso a la entrada sobre el escenario de un enérgico Antonio Orozco.

Recuperado, aunque todavía con algunas secuelas de una enfermedad que le obligó a suspender su último concierto, aparecía el artista catalán preparado para darlo todo bajo el manto de la noche jerezana.

Ataviado con pantalones vaqueros, camiseta, chaleco y gorra, así se presentaba el compositor catalán, creando una sensación de cercanía y complicidad con el público. Alejado del estrellato y sintiendo cada verso que brotaba de su paladar.

En las gradas, más de 3.000 incondicionales vibraron, saltaron y cantaron en una noche que tardarán en olvidar. La antepenúltima cita del tour Destino, que muy pronto verá su fin, llegaba a Jerez y Orozco demostró que la tierra del vino, los caballos y el flamenco le sienta como anillo al dedo.

A pesar de algún pequeño desliz al querer hacer mención a las tradicionales fiestas navideñas que aquí se viven -Zambombá según Orozco- muy pronto conseguía encandilar a su público con un repertorio plagado de grandes clásicos y la musicología de los temas de su último disco. Junto a él su troupe, un séquito de artista que acompañan de la mano las melodías del de L’ Hospitalet.

Orozco lo dio todo, no se lo pudo poner un pero. Durante su concierto hubo tiempo para la alegría, la melancolía, la tristeza, la solidaridad -Orzoco invitó a los asistentes a enviar un SMS para contribuir a la construcción de un hospital de día contra el cáncer- la añoranza e incluso el recuerdo.

Un recuerdo que a Orozco le acompañará siempre y que ayer hizo acto de presencia en el Palacio de Deportes. Los que lean estas líneas sabrán de quién les hablo. Aún así, Orozco pudo reponerse, tomó aliento, siguió cantando e hizo que esa estrella que brilla desde el cielo le acompañase para hacer posible el sueño de miles de jerezanos.