Protestar desde el sofá

"La despreocupación y dejadez por la situación que nos concierne a todos provoca un clima apático ante cualquier revolución"

Primero fueron los pensionistas, después la huelga feminista y finalmente otra vez los pensionistas son los que han vuelto a echarse a la calle en este 2018 protestando algo tan básico como unas pensiones dignas, ante la ridícula subida del 0,25%.

Mientras muchos jubilados, acompañado por personas de todas las edades, se mojaban bajo la lluvia en la manifestación, otros se quedaban en casa protestando sobre la mala situación del país.

Que si no hay trabajo, que si los políticos roban, que si realmente estamos en un país democrático y un largo etcétera de quejas que se quedan en simples lamentos, porque protestar desde casa no sirve para nada.

A la gente le gusta desentenderse, pensando que lo está pasando no le afecta. En las manifestaciones de los pensionistas la mayoría son jubilados, y eso es un error porque ellos están luchando por pensiones que van a afectar a los más jóvenes.

Ocurre lo mismo cuando los médicos salen a manifestarse, la gente piensa que es algo laboral, pero realmente es un tema de sanidad pública y que nos afecta a todos.

La despreocupación y dejadez por la situación que nos concierne a todos provoca un clima apático ante cualquier revolución, y sabemos que tiene que llegar una gran reforma para cambiar la situación actual. Pero bueno, seguiremos en el sofá esperando que nuestro país cambie.