¿Dormir sobre el costado izquierdo es malo para el corazón?

¿O se trata de otro mito sin ninguna base científica?

Existen dichos, heredados de antiguo, de una generación a otra, que sustentan y asientan determinadas creencias para elevarlas -no siempre sobre fundamentos sólidos- a la categoría de certezas. Una aseveración muchas veces repetida no tiene por qué constituir verdad. O, por justificar el error o la ambigüedad de algún modo, también puede suceder que aquello que antaño – en otra época- fuese válido o fuese dañino… en la actualidad sea lo frontalmente contrario. Y viceversa. Se trata, en cualquier caso, de los mitos. De los falsos mitos… O no tanto.

Uno de ellos recae sobre la pregunta eternamente repetida: ¿dormir sobre el costado izquierdo es malo para el corazón? La respuesta se constata y se contrasta antes que después: no. En puridad -y al hilo de cuanto argumentamos- se trata de un mito. Habida cuenta no existen estudios científicos que certifiquen o cuanto menos avalen esta teoría. Esta premisa. Esta conjetura. Este fallido enunciado.

Dormir sobre el lado izquierdo no afecta negativamente, ni antes ni después, a órganos internos como, por ejemplo, el corazón. Sin embargo, y antes al contrario, sí puede asegurarse que podría ser incluso más beneficioso que hacerlo sobre el otro lado, sobre el costado diestro. Porque contribuye a evitar el ardor de estómago o, dígase en el caso de las embarazadas, mejora siempre la circulación sanguínea y asimismo el flujo de nutrientes hacia el feto. Por ende: duda despejada. A dormir a pierna suelta se ha dicho.