miércoles. 24.04.2024

Los socios de la Asamblea Taurina de Cádiz han emitido un comunicado por el que anuncian que el lunes 19 de junio se oficiará un responso en memoria del matador de toros Iván Fandiño. Será oficiado por el capellán de la plaza, el jesuita don Antonio Olmo. Se invita a profesionales, aficionados y a todas aquellas personas de bien que deseen acompañar en este recuerdo emotivo. Acaban expresando que quieren enviar las más sentidas condolencias a familiares y amigos y un “Descanse En Paz, Maestro”. Hasta aquí el comunicado.

Iván Fandiño Barros, nacido el año 1980 en Orduña (Vizcaya), falleció en Aire-sur-L’Adour (Francia) el 17 de junio a consecuencia de la cornada que le dio el toro llamado “Provechito” de Baltasar Ibán. Los daños que sufría en hígado, riñón, pulmones y vena cava produjeron un severo derrame interno en el abdomen de tres litros y medio de sangre, siendo irreversibles. Tras la cogida le dijo a su compañero de terna Dufau que se dieran prisa en llevarlo porque se estaba muriendo. No dio tiempo a llegar al hospital de Mont-de-Marsan.

Esta nueva muerte de un torero se produce cuando aún no se ha cumplido un año de la de Víctor Barrio en Teruel, todo ello después de que hubiera pasado tiempo sin que muriera por cornada una figura del toreo, tanto que ya algunos ignorantes creían que en el siglo XXI los toros habían dejado de ser peligrosos.

La anterior fecha luctuosa fue 1985, cuando José Cubero Yiyo resultó cogido en Colmenar Viejo, por cierto sólo un año después, también, de la muerte de Paquirri en Pozoblanco. Anteriormente José Falcón, el año 1974 en Barcelona, y José Mata, el 1971 en Villanueva de los Infantes, habían pagado con su vida el tributo de la Fiesta. Manolete resultó cogido mortalmente en Linares el año 1947. Nombres anteriores que también dejaron su vida en el ruedo fueron Sánchez Mejías (Manzanares, 1934), Granero (Madrid, 1922), Joselito (Talavera, 1920) y Antonio Montes (Méjico, 1907).

A esta lista hay que añadir los nombres de otros toreros que murieron por cornada fuera de la plaza, como Antonio Bienvenida, y de los novilleros y subalternos que también han servido como prueba de que la profesión de torero es la más bonita pero también la más difícil; en total han sido ciento treinta y ocho profesionales sólo desde principios del siglo XX. Como para que el líder antitaurino Jesús Mosterín siga diciendo, desvergonzado, que el único peligro que un torero tiene en la plaza es la posibilidad de arañarse con una banderilla.

Fandiño en El Puerto

En la provincia de Cádíz Fandiño actuó escasamente. Intervino en la Plaza Real de El Puerto de Santa María el año 2014, alternando con Juan José Padilla y El Fandi; cortó una oreja en su segundo y en su primero saludó una ovación tras petición. Podemos ver unos instantes en el vídeo que acompaña. En aquella ocasión, como siempre, le acompañaba su inseparable Néstor García, el cual era algo más que un apoderado, o quizás era un apoderado de los que ya no hay. Néstor sí frecuentó las tierras gaditanas en sus tiempos de maletilla y de novillero; en la Ruta del Toro trabó amistad con Rafael Valenzuela, y a través de éste conoció al jerezano Ojedita, a quien decidió apoderar durante dos años, tras los cuales se entregó en cuerpo y alma a Iván, al que conoció en las capeas de Guadalajara sobrado de valor y de algunos kilos. Ahí empezó a moldearlo, empezando por el físico y siguiendo por la mentalización, al estilo de los samuráis. En ese programa de formación, Fandiño recaló en Sanlúcar de Barrameda, donde Carmelo había inaugurado un cuartel de invierno para guerreros; en él pasó dos inviernos, pero no es cierto que viviera en Jerez, como se ha publicado en algunos medios. En Jerez estuvo hace unos años con motivo de una charla dentro del Aula Taurina en el Campus Universitario. En ese espíritu espartano se expresaba con esta rotundidad: “El auténtico guerrero sólo tiene la opción de ganar o morir en el intento. Si he de morir, moriré libre y con las botas puestas”.

Iván-Fandiño y su alter ego, Néstor

Su lucha, dura, estaba encaminada a dominar el escalafón. Obtuvo dos años consecutivos la Oreja de Oro de Radio Nacional de España y fue premiado con el trofeo a la mejor faena de San Isidro en 2013, cuando un toro de Parladé que le dio una fuerte cornada al matar. Al año siguiente abrió la Puerta Grande en mayo tras desorejar a otro toro del mismo hierro, entrando a matar sin muleta. En 2015 abrió temporada en Las Ventas encerrándose en solitario con seis toros de ganaderías duras, colgando el “No hay billetes”.

La tarde de la cornada mortal había cortado una oreja a su primero. Un twit de su servicio de Prensa lo expresaba así: “Aire Sur L'Adour (Fr)| Oreja para Fandiño con el que abrió plaza.

Reunida faena llena de entrega, temple y solidez con gran estocada”. El alcalde de Aire-sur-L’Adour ha manifestado que "Somos una ciudad taurina y queremos que esta tradición se perpetúe, tenemos que buscar la forma de homenajear su memoria".

Los franceses, que tantas lecciones nos están dando sobre cómo cuidar la Fiesta, van a cumplir con un torero que lo ha dado todo para engrandecer aún un poco más la Tauromaquia. En España debemos aprender. Que no se quede sólo en el responso que se va a rezar en la arena de la Plaza  Real.

Responso por Iván Fandiño