viernes. 19.04.2024
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El Zoobotánico de Jerez destaca como una institución dedicada a la conservación de fauna amenazada, a la altura de los principales zoos españoles y europeos. La singularidad e importancia de su colección zoológica, con más de 800 animales pertenecientes a unas 250 especies diferentes de los cinco continentes, radica también en los importantes proyectos de reproducción y conservación que desarrolla en colaboración con la red zoológica europea. Estos proyectos, denominados EEPs, basan sus actuaciones en conseguir poblaciones viables de cara a su futura reintroducción en sus hábitats naturales.

El Zoo de Jerez prioriza la conservación de nuestra fauna autóctona con un gran número de programas de reproducción de fauna ibérica amenazada, especialmente aves. Entre ellas se encuentra el alimoche (Neophron percnopterus), una de las cuatro especies de buitres presentes en la península Ibérica, siendo el Zoo de Jerez uno de los pocos centros en España que reproducen alimoches en cautividad y donde se han superado con éxito en reiteradas ocasiones las dificultades que entraña su reproducción.

Detrás de estos proyectos de cuidado y conservación se acumulan innumerables horas de trabajo y dedicación, pero además, auténticas historias de vida y superación que protagonizan los polluelos, una vez adultos, para afrontar el reto de vivir en libertad. Historias tan insólitas como la propia naturaleza, donde cada caso es imprescindible para la repoblación y reintroducción de los ejemplares en Europa.

El pasado 26 de mayo tuvo lugar el último nacimiento de cría de alimoche en el Zoo de Jerez, sumando con éste 16 los ejemplares nacidos en nuestras instalaciones. Los pollos jerezanos participan en proyectos europeos de reintroducción de la especie en la naturaleza (Italia), como en los casos de 'Brandy' y 'Carmen', así como en reforzamiento del stock cautivo del programa de cría.

Brandy, un alimoche nacido en el Zoobotánico, viajó en avión a Italia para formar parte del "Proyecto Capovaccaio", encargado de liberar a pollos en cautividad y responsable de la gestión del único centro del mundo especializado en la reproducción de esta ave. Algunos de estos animales logran completar con éxito cada otoño su migración al África subsahariana, volviendo cada primavera a su lugar de suelta. Sus evoluciones son seguidas en internet gracias a unos pequeños emisores satélite que se les colocan cuando son liberados.

Junto a 'Sirio' y 'Teo', otros dos pollos de cría italianos, Brandy fue introducido en una cueva en la región de Apulia (Sur de Italia) pocos días antes de que estuvieran listos para volar. Así aprenden a reconocer el entorno como su lugar de nacimiento y vuelven para criar cuando alcanzan la madurez sexual a los 5 años. Brandy dio sus primeros vuelos junto a sus hermanos adoptivos, un poco mayores, que iniciaron su largo periplo hacia África, pero permaneció en la zona hasta septiembre, momento en que inició su exitosa migración con destino a Sicilia tras recorrer 509 km en el mismo día. Por la noche llegó a Libia, pasando cerca de Malta, posándose a 20 km de distancia de la costa y alrededor de 200 km de la ruta hacia el sur que ya había utilizado otro de los pollos en su viaje hacia Mali.

Distinta suerte corrió Carmen, la hembra de alimoche jerezana que también viajó a Italia en 2015 para su reintroducción. Carmen dejó el cajón de hacking en septiembre y permaneció en Sicilia durante un mes, hasta finales de octubre. El 28 de diciembre el gps de Carmen envió un último mensaje cerca de la costa egipcia. Había dejado Sicilia el 22 de octubre a las 7 de la mañana y  desapareció a las 00h del día 23, a 757 km de la costa (itinerario en verde en el mapa adjunto). En su cruce a África cayó al mar y las corrientes llevaron su cadáver hasta las costas de Egipto. Su carcasa viajó 1,500 km, 71 días. Esto ocurre con cierta frecuencia a los animales jóvenes e inexpertos, no sólo a los criados en cautividad, sino también a los salvajes, muriendo muchos en su primera migración si las condiciones atmosféricas y las fuerzas no les acompañan.

Aventuras como éstas revelan una odisea natural de la que forman parte los pollos jerezanos de alimoche, cuya hermosa cría más reciente puede contemplarse ahora en el Zoo de Jerez, gracias a su importante labor como conservadores y suministradores de animales para las poblaciones silvestres. Los progenitores de los pollos liberados son animales que ingresan en centros de recuperación de fauna al haber sufrido lesiones que impiden su posterior liberación en el medio natural. A sus polluelos se les da una nueva oportunidad de vivir en libertad y con ello, contribuir a recuperar la exigua población de este pequeño buitre, evitando así la regresión en muchas de sus áreas de origen.

La nueva cría de alimoche nacida en Jerez forma parte de un proyecto europeo