viernes. 19.04.2024

Adoctrinamiento

En una zona de España, o en más de una me temo, a los niños se les enseñan otras cosas

Adoctrinamiento

En una zona de España, o en más de una me temo, a los niños se les enseñan otras cosas

España es una monarquía parlamentaria, una nación cuya capital es Madrid, que comparte fronteras con Francia y Portugal. El Ebro nace en Cantabria, pasa por Zaragoza y desemboca en la costa mediterránea catalana. La Guerra Civil comenzó en 1939 por la sublevación de una parte del Ejército español contra el gobierno de la República española. Son hechos probados, constatados e históricos y que se enseñan en las escuelas. En las escuelas normales. Y son los mismos hechos en Córdoba, Santiago de Compostela, Santander, Lérida, Vitoria, Málaga o Jerez.

En una zona de España, o en más de una me temo, a los niños se les enseñan otras cosas, que nada tienen que ver con la historia auténtica, ni con los hechos probados ni contratados. Es lo que se ha venido en llamar el adoctrinamiento político a los escolares contra todo lo español. Incluso su historia. Una circunstancia que, sencillamente, es abominable.

Ciudadanos, ese partido al que tanto critico y que me parece el refugio del desecho de tienta de otras ganaderías, presentó esta semana una iniciativa en el Congreso de los Diputados para que se instaurara una inspección educativa única con competencias en todo el territorio nacional, todo, a fin de evitar los casos reiterados de adoctrinamiento.

Pero la clase política española mayoritaria, la formada por Partido Popular y PSOE, tumbaron la iniciativa. Los primeros, mediante la abstención; los otros, por negación. No vaya a ser que los de Rivera ganen algún voto. Y cometieron un grave error, porque no pueden hacer declaraciones a los medios criticando el adoctrinamiento y después borrarse.

Apoyo – quien lo diría – sin fisuras la iniciativa de Ciudadanos, defendida en el plenario por el actor Tony Cantó, que por una vez no ha cantado ni ha pretendido servir a su causa con el mejor de sus gestos ni su habitual impostura.

A lo largo de la historia, España -sus gobiernos- ha cometido muchos errores, que siempre hemos pagado los españoles. Uno de ellos fue la cesión de la competencia de Educación a todas las comunidades autónomas, que con plena libertad han hecho del currículum educativo lo que les ha venido en ganas.

No es lógico que en Valencia, los niños tengan que estudiar tantas horas de inglés como de valenciano. Como si con el valenciano se llegase más lejos de Benicarló o Alcoy. Y en Cataluña la enseñanza del español pase de puntillas por las aulas, a pesar de que los niños hablan catalán en clase, pero en el recreo castellano. Consecuencia, los colegios británicos han crecido como la espuma en territorio catalán.

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