sábado. 20.04.2024

Desesperación ante la falta de respuesta a una madre con amenaza de aborto

Pedro y Rosa continúan a la espera de una contestación por parte del SAS tras las últimas intervenciones al embrión

Pedro y Rosa continúan viviendo un auténtico calvario. Pese a que 2018 vino cargado de buenas noticias para esta familia, la situación no ha hecho más que complicarse tras conocer que esperaban a su segundo hijo.

Todo parecía ir como de costumbre hasta que hace dos semanas la madre del pequeño comenzó a expulsar sangre de manera alarmante. Rápidamente su marido Pedro la llevó al Hospital donde la primera advertencia que recibió fue que el niño estaba en amenaza de aborto.

La situación de su pareja se repitió durante los días siguientes, motivo por el cual decidieron regresar al Hospital para recibir un diagnóstico. Para sorpresa de Pedro y Rosa, ante la alarmante situación en la que llegaba el embrión, fueron atendidos por “unos jóvenes en prácticas” que, a instancias de su supervisora, “le inyectaron a mi mujer un pinchazo para expulsar los restos del cuerpo y le diagnosticaron un tratamiento para continuar expulsando los restos que le quedaban en el vientre”.

Cuando todo parecía que había llegado a su fin, los síntomas volvieron a presentarse sobre el delicado cuerpo de Rosa. La reacción de su marido fue inmediata y de nuevo la llevó al Hospital para ver si el tratamiento no estaba surtiendo efecto y aún quedaban restos del niño en el vientre. Para sorpresa de la familia, la noticia que recibieron por parte de los sanitarios fue que “el niño seguía vivo, con el corazón latiendo y luchando por sobrevivir”.

Actualmente, el pequeño cumple 12 semanas y la incertidumbre y el descontento por parte de Pedro y Rosa no ha hecho más que aumentar. Por un lado, culpan a los profesionales de “jugar con la vida de una persona” y por otro lamentan la falta de respuesta por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) porque “nos mandaron una carta, hace cuestión de 2-3 semanas, donde nos comentaban que habían recibido la noticia, pero no nos han notificado nada más. Lo único que pedimos es una contestación por parte de los responsables”, afirma Pedro.

Desde aquella intervención, el estado de salud de Rosa no ha mejorado, por lo que se han visto obligados a recurrir al ámbito privado. “Estamos haciendo un desembolso importante porque está acudiendo a un médico privado para ser atendida. El ginecólogo nos ha comentado que ahora mismo hay un embrión que está creciendo y hasta que no desarrolle los órganos vitales no se sabe si puede nacer con algún tipo de problema”.

Ante tal circunstancia, la familia ya se plantea tomar medidas legales contra los responsables del SAS. “Por el momento no hemos llevado el caso a los juzgados a instancias de nuestro abogado, pero viendo que se está demorando demasiado creo que vamos a tener que ir a los tribunales”.

Desesperación ante la falta de respuesta a una madre con amenaza de aborto