jueves. 25.04.2024

Cine español e IVA cultural

Tras las declaraciones de Fiorella Faltoyano, parece que algo debe estar cambiando en el mundo de la farándula

Cine español e IVA cultural

Tras las declaraciones de Fiorella Faltoyano, parece que algo debe estar cambiando en el mundo de la farándula

Generalizar no es bueno. Aunque ellos solitos se lo habían ganado a pulso. Parecía que no eran seres humanos como los demás, que no sentían ni padecían la crisis como el común de los mortales. Ser el centro de los focos y objetivos debe aumentar considerablemente el engreimiento. De hecho, la mayoría de actores, actrices y demás profesionales del cine rezumaban, y siguen haciéndolo, soberbia por todos los poros de su cuerpo.

Sin necesidad de protagonizar el guión de sus vidas, los actores españoles han parpticipado en protestas continuas contra el 21% del IVA cultural, tomando partido por partidos de la progresía. Pero jamás se pusieron en el papel de los que sufren, y mucho, por llegar a final de mes y que pagan religiosamente dicho impuesto, que dicho sea de paso es el más injusto, pues graba por igual a actores, ricos y pobres. Por cierto, que éstos no entraban en su reparto.

Por eso, y por muchas otras cosas más, se produjo un divorcio real entre la ciudadanía y los del mundo de la farándula altanera que parecía vivir como marajás a costa de la subvención pública, que no es tal, pero que al común de los españolitos que va al cine cuando puede, y no precisamente a ver mayoritariamente películas españolas, mosquea.

Muchos de esos actores parecían de cara a la galería mejores si habían pertenecido al clan de la ceja, protestaban contra los gobiernos de Rajoy o exigían sin necesidad de leer el guión la bajada del IVA cultural. Y mientras tanto, fracaso tras fracaso en taquilla.

Sin embargo, ni todos los actores representan ciertos papeles, ni el conjunto de la profesión es altanera o engreída. Afortunadamente. Todavía quedan mentes capaces de decir en público lo que, tal vez, otros muchos cómicos sólo se atreven a expresar en privado.

Como ustedes a buen seguro saben, en Málaga se está celebrando su famoso Festival de Cine Español. Un acontecimiento ciertamente glamuroso que coloca la ciudad en la cabecera de informativos, al tiempo que los periódicos de esta provincia se vuelcan con información del evento.

Les confieso que nunca he pisado la alfombra roja de dicho festival, ni he visto estreno alguno. Tampoco he posado en el photocall oficial. Me gusta el cine y reconozco que hay producciones españolas geniales. De otras, lamentablemente, prefiero no opinar. Sea como fuere durante estos días estoy rodeado de información sobre el cine patrio, del que nunca estoy puesto.

He leído en el diario La Opinión unas declaraciones de la malagueña Fiorella Faltoyano, actriz veterana alejada probablemente muy a su pesar de las pantallas, quien ha recibido la Biznaga Ciudad del Paraíso del Festival de Málaga por su dilatada trayectoria profesional. Declaraciones que demuestran que ni todos los actores son como parecen ser, ni la mayoría de los cómicos son tan soberbios como muchas veces demuestran.

Fiorella fue preguntada por la crisis del cine y la repercusión del IVA cultural y la actriz aseguró que “repercute muchísimo, pero también voy a decir una cosa que no es políticamente correcta: cuando el IVA de la factura de la luz, por ejemplo, está al 21% y la gente no puede pagar la luz o encender la calefacción, pedirle al gobierno que nos haga un favor con la cultura me da un poco de vergüenza”.

Me da bochorno la actitud del resto de actores y actrices que son incapaces de levantar la voz contra cosas mucho más injustas que el IVA cultural. Pero, claro está, el mundo del cine en España se ha creído el ombligo del mundo. Afortunadamente hay gente como la galardonada con la Biznaga Ciudad del Paraíso para que se demuestre que generalizar es injusto.

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