viernes. 19.04.2024
El MIRA | Noticias
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Todos, en alguna ocasión, hemos estado presentes en una discusión que giraba en torno al nombre de nuestra lengua. Se trata de un asunto, en efecto, que ha generado ─y aún sigue generando─ bastante polémica.

Nadie duda que el origen de la lengua española se encuentra en el antiguo Reino de Castilla, concretamente en el dialecto latino que se hablaba en las montañas cantábricas del norte de Burgos en la Edad Media. Pasado el tiempo, ese dialecto se convirtió en la lengua franca de casi toda la Península y, después, tras la conquista de América, en la lengua de medio mundo. Así pues, aquel dialecto llamado justamente castellano se transformó en el idioma de un imperio, el Imperio español.

Los hombres cultos de Inglaterra o Italia aprendían a hablar spanish o espagnolo, respectivamente, pues internacionalmente nuestro idioma era conocido como español, y no como castellano. Y es que ya se trataba de la lengua de España, no solamente de la de Castilla.

Cuando el Imperio español comenzó a fragmentarse, los recién nacidos países hispanoamericanos intentaron borrar todo que tuviese que ver con España, de modo que optaron por denominar a su lengua como castellana. Algo similar sucedió ─y sucede─ en las zonas independentistas españolas, donde se evita el uso de español. Como vemos, se trata de un asunto no lingüístico sino político.

Ahora bien, ¿cuál de las dos formas es la más precisa o la más correcta? Pues, según la RAE, ambas son correctas, pero el término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, pues se refiere de forma unívoca a la lengua que hoy hablan casi 500 millones de personas; y es que, aunque castellano sea sinónimo de español, es preferible usarlo para referirse al dialecto que nació en el Reino de Castilla durante la Edad Media o al dialecto del español que hoy se habla en esta región.

¿Qué hablas castellano o español?