viernes. 29.03.2024

Presunción de inocencia, por favor

"Corren malos tiempos para ser político. De forma especial si se es político del Partido Popular"

Presunción de inocencia, por favor

Desde el principio de los tiempos existe la corrupción. Económica, política o moral. La diferencia respecto al pasado es que ahora se conocen y se airean los casos, incluso cuando no hay caso. Lo importante es disparar a matar, caiga quien caiga, aunque el muerto sea inocente y jamás haya metido la mano en la caja ni participado en asunto turbio alguno. Es, tristemente, la moda mediática.

Moda en la que vergonzosamente colaboran algunos jueces, fiscales, policías, guardias civiles, funcionarios administrativos y políticos sin escrúpulos que parecen estar sentados en la puerta de sus sedes esperando ver pasar el cadáver de su enemigo, que en muchos casos no es ni una persona ni un partido, sino el sistema al que quieren derribar.

No encuentro explicación al hecho de que en determinados programas de televisión se aireen los contenidos de sumarios en pleno proceso de elaboración, y por tanto secretos, con tal de criminalizar a un supuesto corrupto o presunto inocente. Está claro que así se tira por tierra el principio de la presunción de inocencia, por el que la culpabilidad hay que demostrarla, no suponerla.

Corruptos, aprovechados y gente de mal vivir en puestos públicos del buen vivir y mejor pacer los hay en todas partes. Pero da la sensación que la atención mediática sólo se dirige hacia una parte del espectro ideológico. Parece que los casos vinculados con otros partidos o sindicatos son simples anécdotas. Y, desgraciadamente, imputados y dinero desaparecido se cuentan por cientos, de todos los carnés y en todos los rincones de la geografía patria.

Corren malos tiempos para ser político. De forma especial si se es político del Partido Popular. Da la sensación que cualquier denuncia contra un simple concejal popular de un pueblo recóndito alcanza el rango de corrupción para según qué medios y periodistas, aunque la denuncia sea por un quítame de ahí esas pajas. No hay fiscal que no acepte tramitar la denuncia y elevar el caso a las alturas mediáticas, no vaya a ser que digan.

No me explico cómo se intenta mediáticamente criminalizar a un ministro por haber recibido hace meses un SMS de felicitación del ex presidente de la Comunidad de Madrid, ahora encarcelado provisionalmente, por una presunta y millonaria chorizada. Existencia del mensaje recogido en el sumario supuestamente secreto y hábilmente filtrado por alguien con interés en cargarse al partido que gobierna y al sistema político que permite ese gobierno.

A este paso, nuestros políticos van a tener que prescindir del teléfono móvil y de hablar con nadie por la calle. Tampoco podrán recibir correos electrónicos, ni cartas de amor ni postales, porque sus contenidos podrán ser usados para su criminalización, pedir su dimisión o ingreso en prisión. Aunque sean inocentes, porque habrán sido condenados por la presión mediática y la opinión publicada.

Presunción de inocencia, por favor