viernes. 19.04.2024

No sé quién es, pero vive en mí

Historia de José Antonio Hierrezuelo, un trasplante de un donante de Jerez le ha devuelto la vida

No sé quién es, pero vive en mí

No sé si es hombre o mujer. Si peina canas o es más joven que yo. Tampoco sé si estudia, trabaja o, como muchos, está en paro. No lo sé. Pero me gustaría saberlo.

No sé si es madre, padre, hija, hijo, hermana, hermano o tiene nietos. No lo sé. Tampoco sé si le gusta el mar o el deporte. Si se emociona con unas bulerías o alegrías. Si se le eriza el vello al oír el tronar de cornetas y tambores  y al oler a incienso allá por primavera. Me gustaría conocer su infancia, sus amistades, sus secretos. Pero los desconozco.

Siento su presencia. Imagino su rostro. Su tono de voz. Está conmigo. Está dentro de mí. Está. Pero no sé quién es.  Estoy convencido de que hay mucha gente que no borra su recuerdo. Ni lo borrará. Yo tampoco lo haré, aunque no sé quién es. Me gustaría saberlo. ¿Somos morenos los dos? Quiero saberlo.

¿Le gustará las canciones de Willie Nelson? Estoy escuchando ‘On the road again’. Es donde me siento a gusto, en mi lucha. Con los míos. Con mi gente. Aunque no lleven mi sangre ni compartamos genes.

Ahora mismo me tomaría un café con su gente, su familia, sus amistades. Que me cuenten sus cosas. Que me enseñen una foto. Les dejaría que pusieran el oído en mi pecho. Que tomaran el pulso en mis muñecas.  Está. Dentro de mí. Está y estará.

No creo que fuera capaz de contener la emoción. Así trataría de demostrarles que no ha muerto. Que no dejó de existir hace un año. Hace un año, un 26 de agosto, murió para volver a vivir en mí. Me salvó la vida. Su gente me hizo revivir. Su familia directa tomó una decisión, la más importante para mí y para mi familia. Cuánta gratitud siento.

Su corazón, mi corazón, nuestro corazón es grande porque el de los suyos, el de su gente, es igualmente inmenso. Late con fuerza. Me hace sentir bien, cómodo, feliz. Su generosidad me permite disfrutar de tantas cosas y de tanta gente a la que quiero. No sé cómo darle las gracias. Sólo sé que vive y vivirá en mí.


José A. Hierrezuelo José A. Hierrezuelo

José Antonio Hierrezuelo es periodista, vive en Málaga y se encuentra jubilado. Hace un año fue trasplantado de corazón en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sólo sabe que su corazón vino del Hospital de Jerez, por este hecho deduce que su donante es de la ciudad o de su entorno. Con este breve relato quiere agradecer a la vida y a una familia, para él anónima, el estar vivo y entre nosotros.

No sé quién es, pero vive en mí