martes. 23.04.2024

Banderas de España

"Jamás en mi vida había visto muestras de españolismo sin que medie un acontecimiento deportivo"

Banderas de España

"Jamás en mi vida había visto muestras de españolismo sin que medie un acontecimiento deportivo"

Salgo a la calle y veo banderas de España colgadas en los balcones. He aparcado en un parking público y el coche de al lado, un Opel Corsa con algunos años, tiene colgado de la antena de la radio un banderín rojo, amarillo y rojo. Echo un vistazo a la prensa y leo que en determinadas ciudades la gente se tira a la calle con banderas españolas para despedir y homenajear a los policías nacionales y guardias civiles desplazados a Cataluña, por lo que suceda el día del no referéndum o lo que sea.

Jamás en mi vida había visto muestras de españolismo sin que medie un acontecimiento deportivo, como ocurrió con las victorias en el Mundial de Fútbol, las dos copas de Europa y alguna que otra medalla olímpica. Ni cuando era niño y España todavía pintaba algo en los festivales de Eurovisión.

Desde hace días, los amigos se envían entre sí banderas nacionales vía wassap. La gente añade a su foto de perfil en Facebook o Twitter trazos rojos y amarillos. Abundan post y twits enalteciendo España y todo lo español. Mensajes que se comparten y retwitean porque ahora nos hemos dado cuenta que hay que defender España y que es patrimonio de todos.

Hemos permitido por inacción que la situación haya llegado tan lejos como los dirigentes autonómicos catalanes han querido. Tal vez porque todos, entre los que me incluyo, pensábamos que jamás iba a suceder, que era sólo una cuestión de dinero e inversión en Cataluña. Pero no. Los independentistas iban muy en serio. Querían, quieren y querrán romper con una España hasta ahora muy huérfana de sus hijos. Ni diálogo, ni buenas palabras.

Entre los que comparten fotos, twits o mensajes con la bandera de España hay gente de derechas, de izquierdas, deportistas, antitaurinos, bebedores ocasionales, despistados, amantes del arte, ricos, cofrades, funcionarios, universitarios, parados, músicos y pensionistas. Gente que hasta hace dos días era acusada de ‘facha’ por lucir una bandera española, la misma que ahora blanden y exhiben con entusiasmo en el mundo virtual o en el real.

Al pueblo sencillo y llano ya no le da vergüenza lucir una bandera española. Asume los símbolos de la nación como propios, con naturalidad, y en actitud de defensa de España. La amenaza de ruptura ha provocado una muy positiva reacción de defensa de la nación.

Me encanta ver tantas banderas y tanto sentimiento por una misma causa, que es la mía. Y desespero cada vez que algún energúmeno que vive de la política califica a esta reacción como fascista. La izquierda política española se desentendió de los símbolos patrios y de la idea de la unidad de España, adoptados como propios por el centro derecha político y social. La izquierda radical y extrema pierde siempre magníficas oportunidades para estar callada, puesto que de los polvos de su pasado, los lodos del independentismo.

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