viernes. 19.04.2024

"Ni todos y todas, ni niños y niñas, ni miembros y miembras"

Los desdoblamientos de género son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico

La RAE se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre la costumbre desde hace varios años de aludir a ambos sexos en cada texto, artículo o documento que leemos o realizamos, de modo que ahora las frases han pasado a tener una longitud extrema: "Padres y Madres", "Niños y Niñas", "ciudadanos y ciudadanas”, “españoles y españolas”… una situación a la que se ha llegado con el objetivo de evitar ofender al colectivo feminista. Este tipo de lenguaje que deja al margen las normas lingüísticas es algo que enerva a académicos de la Real Academia Española, como por ejemplo a Ignacio Bosque, autor del informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer.

Para la RAE, este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. Explican que para los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.

Los académicos inciden en que la mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas, por tanto, entienden que deben evitarse estas repeticiones, que por supuesto generan dificultades sintácticas y de concordancia, y que complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos. El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino, por tanto, para la RAE es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.

Desde la Real Academia toman también en cuenta el contexto actual, y observan que “en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística, se está extendiendo la costumbre de hacer explícita en estos casos la alusión a ambos sexos” y ejemplifica con la cita “Decidió luchar ella, y ayudar a sus compañeros y compañeras”. Respecto a esta expresión, corrigen la versión correcta: “Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva; así pues, en el ejemplo citado pudo —y debió— decirse, simplemente, ayudar a sus compañeros”.

Los hispanohablantes no están discriminando cuando usan el masculino para designar a hombres y mujeres: no necesitan modificar el uso de su idioma para huir del sexismo y tampoco están obligados a pasar al género femenino el nombre de algunas profesiones.

Un informe de la RAE critica las nuevas guías sobre lenguaje no sexista elaboradas en España por universidades, sindicatos o gobiernos regionales, que proponen, por ejemplo, usar palabras como “la ciudadanía” en lugar de “los ciudadanos” o “el profesorado” en lugar de “los profesores” para hablar de grupos compuestos por hombres y mujeres. El autor del informe de la RAE, Ignacio Bosque, defiende que “el uso genérico del masculino para designar los dos sexos está muy asentado en el sistema gramatical” español y que no tiene sentido “forzar las estructuras lingüísticas”. “No es preciso, desde luego, ser lexicógrafo para intuir que la niñez no equivale a los niños”, añade.

La RAE cree que el uso de estas expresiones va en contra de la norma lingüística y deberá de llegar a su fin si su uso es meramente lingüístico. Además, recuerdan que la norma indica que en caso de referirse a un colectivo ha de usarse el sustantivo genérico colectivo y no el individual. En muchos de esos casos el genérico colectivo coincide con la forma masculina, de ahí la confusión de muchos al utilizarlo, pero queramos o no, el sustantivo genérico es el que es y no se puede cambiar, solo han de usarse los dos géneros cuando se quiere remarcar o hablar de ellos, como por ejemplo: “la enfermedad afecta a los niños y niñas de esa edad”. Sin duda una pelea ardua por la corrección en el lenguaje cuando desde las propias instituciones que rigen nuestras vidas muestran como normales las incorrecciones léxicas por motivos políticos.

"Ni todos y todas, ni niños y niñas, ni miembros y miembras"